La casa de lujo Balenciaga lanzó una chaqueta modelo “DESTROYED” en color rojo, con un precio de 950 dólares, y que se agotó en 24 horas tras su lanzamiento.
Lo que la hace especial (o polémica): está intencionalmente rota, desgastada, con agujeros y apariencia de prenda usada. Esta estética “destruida” es deliberada.
Entonces, estamos ante una prenda cuyo sello diferenciador no es solo su color o corte, sino su estado “simulado de desgaste”.
¿Por qué se vendió tan rápido?
Hay varios factores que explican el éxito inmediato:
Factor coleccionista / edición limitada: que se agote en 24 horas genera urgencia, deseo y especulación.
Valor simbólico de la marca: Balenciaga ya tiene una reputación de llevar al extremo lo provocativo en moda (como sus zapatillas “destroyed”, sus bolsas que parecen desechos, etc.).
Marketing del contraste: comprar una chaqueta que “parece usada” pero cuesta casi mil dólares crea conversación, viralidad y cobertura mediática — de hecho, ese factor escandaloso es parte del “gancho”.
¿Qué hay detrás de la tendencia “DESTROYED”?
La idea de la moda deliberadamente desgastada no es nueva, pero Balenciaga la lleva al extremo:
Esta prenda sigue una línea de diseño ya explorada por la marca: piezas que simulan haber sido usadas, deterioradas o incluso “salvadas” de un entorno difícil.
Es una forma de subversión estética: lo que se esperaría (una chaqueta nueva, impecable) se invierte (una chaqueta que aparenta desgaste), lo que interpela la noción de lujo, valor, uso y novedad.
También toca temas de ironía y contracultura de la moda de lujo: para algunos compradores, adquirir esta prenda es casi una declaración de estilo (“me puedo permitir lo absurdo”), o verla como un objeto de arte más que una prenda funcional.
¿Cómo debemos interpretar esta prenda?
a) La lectura “fashionista”:
Para coleccionistas o personas que siguen la moda de vanguardia, esta chaqueta es un objeto de deseo: rompe esquemas, provoca preguntas, ofrece exclusividad.
b) La lectura crítica:
Para otros, la prenda es una exageración, un símbolo de cómo el lujo puede perder conexión con lo “útil” o lo “razonable”. Hay quienes dicen: “¿Pagar casi mil dólares por algo que parece que quiero tirar o reciclar?”
c) La lectura cultural/política:
Se puede ver como parte de la cultura del “resentimiento al consumo rápido”: simular daño o desgaste puede ser una forma de crítica al consumismo cliché de “nuevo = mejor”. Pero al mismo tiempo, se vende por casi mil dólares, lo que levanta dudas sobre cuán auténtica es la crítica.
5. ¿Vale la pena comprar algo así?
Depende mucho de tus prioridades, estilo de vida y presupuesto. Aquí unos pros y contras:
Pros
Te destacas: pocos tienen ya una prenda así, será una conversación.
Marca + edición limitada = valor de resell o colección posible.
Estética diferente: si apuestas al “street-luxury” o al look disruptivo, es un buen fit.
Contras
Funcionalmente: ¿cuántas veces la vas a usar antes de que aparezca nueva rotura o se vea aún más desgastada?
Precio vs utilidad: casi 1000 USD por una chaqueta que “parece usada” puede generar remordimientos o críticas.
Tendencia efímera: ¿qué tan longtemps se mantendrá “cool” que algo parezca roto? Hoy es lo último; mañana quizá ya se vea pasado.
¿Y tú? ¿La usarías?
Personalmente, si estuviera en tu lugar (sigues un blog de moda), lo vería más como tema de contenido inspirador que como prenda que compraría sin pensarlo. Aquí algunas preguntas que puedes plantearte :
¿Me identifico con la estética “destruida”?
¿Puedo justificar ese gasto como parte de mi estilo, o lo veré como un “capricho”?
¿Podré combinarla de forma que el “destruido” se vea intencional, no simplemente “viejo mal cuidado”?
¿Este tipo de prenda me aporta valor a largo plazo o mañana estará descartada?
¿Esta tendencia ya se pasó de moda?
No necesariamente aún, pero hay señales de desgaste (valga la ironía):
El hecho de que genera tanta crítica (“¿ropa rota por mil dólares?”) muestra que estamos alcanzando un punto de saturación.
Si muchas marcas empiezan a lanzar versiones “destruidas”, el efecto exclusivo disminuye.
La moda se mueve rápido: lo “extremo” de hoy puede volverse mainstream (y por tanto perder lujo) o volverse caricatura.
Así que sí, es una tendencia arriesgada: puede funcionar si tienes claro el estilo y contexto, pero también puede parecer anticuada o “demasiado” en pocos meses.
En conclusión
La chaqueta roja “DESTROYED” de Balenciaga es más que una prenda: es una declaración de moda, una provocación y una apuesta al valor simbólico por encima de la funcionalidad. Si tú pagarías 950 dólares por algo que parece usado depende de qué tan importante es para ti el estatus, el diseño disruptivo y el discurso que llevas. Y tú… ¿te unirías a esta tendencia o la verías como un exceso?






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